Su actitud determina su dirección
Su actitud interior actúa como un imán: determina qué personas, oportunidades y retos llegan a su vida.
La claridad, la determinación y la coherencia atraen a personas con ideas afines.
Si vive con disciplina y actúa con precisión, estará rodeado de personas que piensan y actúan con el mismo propósito.
El éxito no es un accidente. Es el resultado de decisiones conscientes, pasos coherentes y una dirección interior.
Los que se mantienen centrados, siguen de cerca los acontecimientos y actúan con decisión obtienen resultados y son percibidos como líderes fiables.