Los chinos la llaman Qi, los japoneses Ki, los indios Prana, los cristianos aliento de vida, los tibetanos Lung y los griegos Pneuma. Diferentes culturas, una comprensión común: Existe una fuerza invisible que fluye a través de nosotros, nos da vida y nos conecta. Una fuerza que sostiene toda nuestra existencia y que actúa en cada uno: la energía vital.
Esa fuerza nos ha sido regalada – llevamos la chispa de la vida dentro de nosotros.
Está hecha para ser utilizada, dirigida y transformada. Fluye a través del espíritu, se expresa en el alma y actúa a través del cuerpo. La forma y la intensidad con la que fluye dependen de cómo pensamos, sentimos, vivimos – y actuamos.
El flujo energético no es casualidad
Sentirse claro, atento, con energía y vitalidad no es un misterio – es el reflejo del flujo energético.
Todo lo que hacemos lo influye:
Nuestros pensamientos. Nuestras emociones. Lo que comemos y bebemos. Cómo hablamos. Cómo respiramos y vivimos. Cómo tratamos a los demás – y a nosotros mismos.
Cuando la energía fluye libremente, nos sentimos sanos, en equilibrio, concentrados y con fuerza interior.
Si está bloqueada, sentimos lo contrario: cansancio, desasosiego, tensión o desmotivación.
Los bloqueos suelen pasar desapercibidos
Basta un solo pensamiento para interrumpir el flujo. La ira, la resistencia, o aferrarse al pasado pueden actuar como un muro.
También lo hacen el resentimiento silencioso o el "no" interior a una situación.
En cambio, cuando vibramos con la vida, decimos "sí" a lo que es y actuamos con alegría, nuestro nivel energético se eleva. Ganan claridad, fluidez y dirección.
El Compás Vital como orientación
Hoy más que nunca necesitamos saber hacia dónde vamos.
El Compás Vital de PlusX2 nos ayuda: Nos muestra dónde estamos – a nivel emocional, mental, físico y económico – y hacia dónde queremos crecer.
La filosofía de los colores de PlusX2 da foco y estructura:
🔴 Amor y relaciones
🟢 Salud y vitalidad
🔵 Finanzas y propósito
Donde hay estancamiento, hay potencial.
El Álbum de los Sueños nos ayuda a visualizar la vida que anhelamos. Da forma a nuestros deseos y sueños – y enciende nuevas ideas. Cuando el rumbo está claro, podemos ajustar las velas y avanzar con dirección.
Cuando el corazón y la acción van unidos
Quien trabaja con alegría, valora su aporte y realiza las tareas cotidianas con entrega – vive en flujo.
Y sí, eso puede ser exigente. Pero es una exigencia coherente, porque nace del interior.
En esos momentos no solo usamos nuestra energía – con ella damos forma a nuestra vida. Y de eso se trata:
Utilizar conscientemente la energía vital que fluye en nosotros – para nuestro desarrollo y para sembrar el bien.
La clave está en el ahora
Quien vive el presente, actúa con corazón abierto, contribuye, edifica, mejora – sabe aprovechar su energía.
Y muchas veces, el soltar es el mayor acto de sabiduría: Cuando dejamos de aferrarnos y confiamos, todo encuentra su orden. No solo fluye la energía – también fluye la vida.
Yo mismo lo he experimentado:
Cuando estoy alegre, me siento libre. Cuando suelto, me siento liviano. Y cuando agradezco, la felicidad me acompaña.